Cooperativas de viviendas. Construcción de un edificio

Construcción de viviendas en regimen de cooperativa

Hace diez años comenzaron a notarse los primeros síntomas de una burbuja inmobiliaria que comenzó a  desmoronarse hasta caer, creando una crisis generalizada y un sector de la construcción totalmente paralizado.

Los primeros movimientos que parecer mostrar una recuperación económica llevan consigo, gravado a fuego, el temor a la repetición de los mismos errores que llevaron a la crisis. Por ello, el acercamiento a la construcción se produce también bajo nuevas fórmulas, como los proyectos de edificación en régimen de cooperativa. En muchas zonas de España en las que esta fórmula se había utilizado de forma ocasional, han comenzado a desarrollarse proyectos de edificación de viviendas en régimen de cooperativa como modelo de promoción urbanística.

La construcción de viviendas en régimen cooperativo consiste en un sistema de autopromoción por el que los futuros  propietarios de las viviendas se convierten en promotores que encargan la construcción a un tercero. Las ventajas del sistema residen en abaratar el coste de las viviendas por la eliminación del beneficio empresaria; además, serán los propios cooperativistas quienes decidan cómo serán muchos aspectos de la construcción, como el diseño, la calidad de los materiales, los servicios comunes que se deseen establecer, etc.

El ahorro en la adquisición de una vivienda en régimen de cooperativa, viene a suponer entre un 10% y un 20% sobre el precio de mercado, un hecho que anima a acercarse a esta fórmula alternativa de adquisición.

 

Como toda actividad de emprendimiento, el modelo de construcción cooperativa parte de la iniciativa de un grupo de personas que tienen la necesidad de adquirir una vivienda y se asocian para construirla. Posteriormente, vendrán las fases de conseguir suelo y encargar las tareas de edificación a una empresa constructora. Una vez que finalice el proyecto para el cual se asociaron esas personas, la cooperativa se extingue.

Existen empresas especializadas denominadas gestoras de cooperativas que se encargan de trabajar para cooperativas, realizando todas las labores necesarias hasta entregar las viviendas. Estas gestoras habitualmente promueven la creación de cooperativas, es decir, se encargan de poner en contacto a personas interesadas en la adquisición de una vivienda bajo esta modalidad. Un elemento importante en el proceso es el cumplimiento de la ley que exige que las cantidades aportadas a cuenta de la construcción de la vivienda sean afianzadas, es decir, que se establezca un sistema de garantía por el que ese dinero queda asegurado mientras no se disponga de la vivienda, lo cual se puede realizar mediante un seguro de caución, con el afianzamiento de las cantidades entregadas a cuenta para la compra de vivienda.

En el modelo cooperativo habitual de construcción de viviendas consiste en que, una vez entregadas las mismas, cada vivienda pasa a ser propiedad del cooperativista de modo exclusivo, siguiendo el modelo tradicional de división horizontal. Sin embargo, comienza a abrirse paso otra modalidad denominada cohousing en el que la propietaria del inmueble es la cooperativa y los socios no son propietarios de las viviendas, sino que reciben la cesión del uso de la misma, pagando una cantidad en concepto de entrada que recuperarán cuando salgan de la misma, así como un alquiler mensual que incluye la contribución en los gastos generales.